Urquijo Malt Whisky

Dejando de lado las distintas teorías sobre quien es el “inventor” del whisky, si irlandeses, escoceses, o los primeros pueblos celtas, existe cierto consenso en que fueron  monjes cristianos los que introdujeron la  destilación en Escocia entre los siglos IV y V, si bien no se usaba para destilar whisky en aquella época, y las primeras referencias a la destilación del “agua de vida” o uisce beata, no las encontramos hasta el año 1494, y se supone nació en algún momento antes de esa fecha, como forma de aprovechar la cebada mojada por las lluvias.

Los whiskys que se destilan en  Escocia e Irlanda, han sido y son, referencia mundial pero en las últimas décadas se han instalado destilerías de whisky en muchos otros países del mundo que también consiguen unos destilados de agua de vida realmente interesantes, y como dijo Raimond Chandler “no existen whiskys malos, sino unos que son mejores que otros”.

NOTA DE CATA

Región: Andalucía, España.
Tipo de whisky: Single malt.
Graduación 43º
Color: natural, caoba, non chill filtered.
Maduración: medias botas de Sherry de roble español y americano.
Nariz: Notas de sherry, pasas, caramelo y regaliz.
Boca: pecana, toffe, piel de naranja, plátano, pasas.
Carácter: suave y prolongado.

En la primera mitad del siglo XX. Una rama de la familia Urquijo, procedente del norte de España, tras pasar por Madrid, vino a afincarse en el suroeste de España y más concretamente entre Sevilla y Jerez

En estas tierras del sur, tan distintas del norte industrial de España y del bullicio económico de la capital, nuestros antepasados conocieron otras formas de entender la vida, como agricultores viendo crecer sus cosechas, como ganaderos extensivos, y como criadores del toro bravo.

En ese entorno del campo andaluz y del toro de lidia de mediados del siglo XX, existían otros factores muy presentes en los días de ocio y celebraciones: el flamenco, y una buena copa de vino de Jerez. El whisky Urquijo que ahora presentamos, tiene precisamente sus raíces en el gusto de nuestros antepasados por esos caldos, ya que nuestro bisabuelo, gran aficionado a los vinos de Jerez, adquirió unas soleras en Puerto de Santa María en 1940, que se mantuvieron activas con sus sacas y trasiegos durante muchos años.

El uso para madurar nuestro whisky en estos barriles ensolerados con vinos de Jerez, han sido el punto de inicio y desde donde hemos conseguido una excelente maduración del Urquijo Malt Whisky, el cual ha reposado en una bodega de El Puerto de Santa María hasta alcanzar una calidad excepcional, y ser embotellado por vez primera el 15 de Noviembre de 2023.

Existen diversas formas de categorizar los whiskys, atendiendo al tiempo de maduración, o a los tipos de barriles donde han madurado (Bourbon, Jerez, u otros orígenes vitivinícolas), pero la clasificación más habitual es atendiendo a su procedencia y formas de elaborarlo, que pueden ser:

Whisky de malta. Es el rey de los whiskys, procede de cebada malteada, destilado en alambiques de cobre, y pueden ser single malt (procede de una única destilería), o Blended malt (mezcla de whiskys de malta de varias destilerías).

Whisky de grano. Se produce con cebada con o sin maltear, trigo, maíz, centeno, u otros cereales pero mezclados. El tipo de alambique suele ser de sistema de columnas de destilación o de destilación continua.

Whisky blended: es una mezcla de los otros dos anteriores, y comercialmente son los más extendidos en muchos países.

El proceso de creación del whisky de malta comienza malteando la cebada: se humedece la cebada hasta llevarla a su punto de germinación. Al germinar la cebada, el almidón contenido en ella se transforma en azúcar, que posteriormente será la causante de obtener alcohol en el proceso de fermentación.

Esta cebada germinada se lleva a unos hornos a una temperatura de 70ºC. La cebada ya seca y tostada es lo que se llama malta.

La malta es molida y se mezcla con agua caliente en un tanque (wort), se le añaden levaduras que son las responsables de la fermentación, y se dejan reposar en cubas o tinajas de fermentación durante 3 o 4 días (wash, o mosto fermentado) a una temperatura en torno a 33ºC, para luego pasar a ser destilado al menos dos veces en alambiques de cobre, (normalmente de tipo cebolla) y escoger el destilado producido con una graduación comprendida entre 60º – 70º. Este destilado es un líquido transparente, al que le falta aún mucho para ser considerado un buen whisky.

Un buen whisky de malta necesita, además de una materia prima y  agua de calidad, realizar correctamente todo el proceso anterior dirigido por las manos del whisky maker de cada destilería que le aportará sus conocimientos y matices personales, pero queda una parte muy importante: el tiempo…….., y una barrica de roble de calidad, que aporte a nuestro destilado las características que queremos transferirle de aromas y sabor, así como su color característico, fruto del tiempo de maduración. Todos estos factores harán a cada whisky distinto a los demás.

Los barriles que se usan para madurar el destilado, pueden proceder de madurar durante años tanto Bourbon whiskey, como crianzas de vinos de Jerez (son los mas apreciados), u otras regiones vinícolas. Las barricas usadas para madurar el whisky le irán transfiriendo sus matices aromáticos, tanto del tipo de roble usado, como de los whiskey o los vinos que previamente hayan contenido la barrica, hasta llegar al punto donde el whisky maker decide que está listo para su embotellado acorde a las características organolépticas que quiere alcanzar en su maduración. El whisky en botella, no madura ni envejece, solo lo hace en la barrica